Rapa Nui



Leía el otro día un artículo en un periódico, escrito por un periodista semi farandulero sobre lugares que eran ”perdibles” un juego con imperdibles, y hablaba de que pasar por Isla de Pascua, Rapa Nui y mantenerse ahi, retirarse un rato del mundo le parecía un exceso, con un par de días bastaba, una semana a lo mas...
Y no es de extrañarse pues el conocimiento se oculta a sí mismo... así como en los lugares sagrados tu puedes pasar cien veces por encima de ellos y no verlos, y en nombre de ese desconocimiento se han pisoteado culturas, templos, bosques..ayy..como el bosque sagrado de los Druidas Celtas con sus árboles milenarios en la colina de Chartres que fue derribado y luego, en ese mismo lugar construida la catedral tan famosa.
Los lugares sagrados no pueden ser notados por todos los seres aparentemente...
Para mis amigos de la red... Te Pito O te Henu'a, el ombligo del mundo.



Mi primera estadía en la isla años atrás tuvo un comienzo muy especial, fui recibido en el aeropuerto por Rapa Nui Tuki..que nombre... Rapita era un gran hombre miembro del consejo de ancianos de la isla y padre adoptivo de Mary Anne, mi pareja. Al verme se acercó hacia mi y puso un collar de flores sobre mi cuello, me miró profundamente y me sonrió, su mirada era la mirada de todos los mares juntos del planeta.
Caminando después hacia la casa que nos esperaba se fué a mi lado en silencio siempre con la sonrisa en la cara y los ojos brillantes, y una vez adentro me tomó de la mano y me llevó a un lado, me miró profundamente y me dijo: ” Patricio, aqui no importa cuanto usted tenga, importa quien usted és” y sonrió.

La isla de Pascua es un lugar muy especial. Aparte de su belleza natural impresionante y de poseer una luz unica, la pureza de su aire, su agua, - se encuentra a medio camino entre Sud América y Tahiti, en la mitad del océano Pacífico, a mas de 3.700 kms del continente- tiene algo muy especial, y es aquí donde empieza la distancia entre lo que se percibe y lo que no, entre la magia de lo natural y lo cotidiano, entre lo que algunos notan y sienten y otros simplemente no...
Sus habitantes polinésicos son gente muy especial, el mundo occidental no ha llegado totalmente ahi. Cosas como el valor de la palabra, el valor profundo de la amistad verdadera son monedas de oro en Rapa Nui, son cosas importantes.

Justamente la amistad ha sido la que nos ha llevado de la mano a la RapaNui profunda, la de los encuentros familiares, las tradiciones ancestrales, sus ritos y el respeto por su forma de vida.
La música rodea también la pequeña isla, los sonidos escapan de todas partes, y no es extraño estar en una reunión familiar con una parrilla llena de pescados de todos los colores debajo de un gran árbol de mango y ver a una grupo cantando una canción y en ese momento ver llegar a la tia abuela con una prima, ambas de mas de 70 años y sentarse juto al grupo a cantar la canción, pero en una tercera y cuarta voz!

Rapa Nui es un lugar fascinante, enigmático, misterioso y también un lugar de dolor, de alcoholísmo y de letargo, pero me pregunto, ¿ es que algún lugar del planeta puede ser una cosa y no la otra ? El Yin y el Yang de la existencia lo penetra todo y asi como el día yla noche no pueden vivir el uno sin el otro, los lugares de fuerza, los magnéticos, tienen esa cualidad y ese peligro, acelera las virtudes y los méritos y vuelve mas locos a los locos...

En la Isla de Pascua he encontrado amigos, belleza, misterio, he visto correr manadas de caballos salvajes por las paredes del Rano Raraku al atardecer, en busca del agua dulce de su crater interior lleno de inmensos Moais en construcción abandonados, mientras los últimos rayos del sol se cuelan por unas nubes de todos los colores... he oído los sonidos ancestrales de una raza pura...he tenido paz.
