A Kio Teao Atán.


Hay personas que sostienen el mundo.
Seres excepcionales que lo hacen rodar, y hacen que sea un lugar siempre mas grande, mas profundo, mas hermoso.
Hay personas como Kio Teao, mi hermano, uno de los ejes secretos de la isla de pascua.






Pescador , buzo experto, maestro de maestros, era un espectáculo de dioses verlo salir del agua en Hanga O’tea cargado de peces de colores y langostas que caian al Tunoahi, las piedras calientes en la orilla del mar mas puro del planeta.
Tallador finísimo, bailarín conocedor de las mas antiguas tradiciones secretas de su linaje, las enseñó y las trasmitió durante toda su vida.

Músico compositor de temas que se corean en toda la isla hoy, como susurros… la isla triste que siente el dolor de haber perdido a uno de sus hijos mas queridos.
Era también un virtuoso con el ukelele, aquel instrumento alegre con el que acompañó su canto en tantas veladas a la luz de la luna En Hangaroa, guardo aquel bello instrumento tallado por sus manos que me entregó una vez…


Kio Teao Atán, el último de su raza de seres gigantes, enormes, completos, partió de este mundo, voló a las tierras de su ancestro Hotu Matu’a.
El océano inmenso te abrazó, Kio… tu gran amor te envolvió en un abrazo largo, te hizo dormir, descansar por fin.
Que regalo, que orgullo mas grande, el haberte conocido y haber sido tu amigo.

Collares de flores hoy flotan en el océano en tu nombre, Kio,.. en Oceanía Maori, en Las islas Marquesas, en Rapa Nui, en Tahiti y en La costa de Chile.

Te Pito o Te Henúa te recordará siempre. Para nosotros, tus hermanos conti, estarás siempre vivo en nuestros corazones.

Maururu, hoa Kio, Iorana